La comida es excepcional. La entrada es poco práctica, te hacinan en la puerta de entrada esperando te den una argolla de llave, con la que subes arriba y el camarero te asigna la mesa (todo esto previa reserva) después tienes que bajar de nuevo a pedir la comida y esperar arriba que te la sirvan. La bebida se pide en una barra anexa en el piso de arriba. Quitando eso, marisco de primera calidad, pescados exquisitos y carne gallega espectacular. Los postres, tal vez lo más prescindible de todo
Se come muy bien y por un precio correcto. Salimos a unos 35€ por persona con vino incluido.
Pedir con mesura abajo porque si no sales redondo y claramente pagas más. La calidad es bastante buena. Los postres tienen mala fama pero… para gustos… merece la pena ir. Recomendable. Volveré
Increíble concepto de restaurante en el que pides el producto fresco de un mostrador como si se tratase de una lonja. Una vez pides y pagas el producto, subes a tu mesa en el restaurante y te traen la comida que has pedido. Todo super bueno y de muy buena calidad, por lo que el precio es acorde a la calidad.
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+4
Lugar para degustar mariscos y carne a precios razonables. Con vistas a la costa ideal para ver el atardecer y estar con niños por su zona ajardinada.Los fines de semana conviene reservar, entre semana comidas y cenas a horas tempranas para cojer sitio.
Espectacular. Hay que reservar e ir con tiempo. La dinámica es subir, coger mesa y la concha del número y volver a bajar a la zona de “pescadería” a elegir lo que quieres comer. La chica te asesora muy bien en cuanto a raciones y la cantidad de comida. Está todo fresco y de una calidad excelente.
Después vuelves a tu mesa y te sirven lo que has pedido. Para pedir la bebida, se pide en la barra de la zona del comedor.
Si es cierto que por lo que pagas, podrían tener el detalle de tomarte la nota de la bebida y servirla, porque no es barato.
El arroz con bogavante es un auténtico manjar! Esta muy bueno, y las rabas y las zamburiñas también están espectaculares. Los langostinos buenísimos también.
Está en un sitio precioso con vistas al mar y sin duda merece la pena ir.
Eso si, si vas en fin de semana o en verano, vete pronto, con tiempo o come algo antes, porque vas a tener que esperar.
Las vistas del sitio son brutales, el local en si, amplio, bonito. Creo que se deberían plantear la forma en la que lo hacen, porque bajar a por el pescado y marisco, luego subes, luego vete a por la bebida..eso no ha sido de mi agrado, aunque entiendo por qué lo hacen.
Ya he ido varias veces . Gente profesional y muy buen servicio . Nos cobraron de más por equivocación y nos lo han devuelto sin problemas . Todo muy rico!!!!!
Una gran marisquería en un sitio inigualable. Género de primera calidad y un trato más que amable.
Ideal para ir en familia, los críos tendrán una campa para disfrutar como lo que son, niños.
Comida de calidad en un entorno espectacular por un precio más que razonable regentado por un gran trabajador y profesional. Muy recomendable.
Aparte de las zamburiñas, que son buenísimas, y las brochetas de rape que me encantan, el pan casero del sitio es delicioso, así que recomendamos coger uno grande para dos. En total ya hemos estado tres veces y volveremos. Aunque el restaurante es bastante caro, se come muy muy bien allí.
Primera vez que voy pero volveré, todo muy bueno, eliges las piezas de marisco/pescado que te gustan y ellos las cocinan y las llevan a la mesa,postres ricos también.
Un lugar muy perfecto buena vista del mar 🌊
Comidas muy buenas varias comidas para elegir muy recomendable 💯🥺❤️. Personal muy atentos 💯💯 volveré sin duda
Marisquería con productos frescos, eliges tú mismo en la zona de “pescadería” de la parte baja y después te lo sirven. Está todo delicioso y la chica te asesora muy bien en cuanto a ración y cantidad. A destacar el arroz con bogavante! Espectacular. La zona es preciosa con unas vistas privilegiadas.
Recalcar que es un sitio para ir relativamente pronto si no quieres hacer cola y comer a una hora normal. Es para ir sin prisa y disfrutar.
Restaurante de nivel por varias razones, entre las que destaco por supuesto el producto (difícilmente lo encontrarás más fresco), las vistas privilegiadas y un servicio atento y amable en todo momento. Totalmente recomendable!
Un lugar con unas vistas impresionantes. Comparado con el de Vitoria. Logísticamente es mas locura de gente. Piso para arriba y para abajo.... La organización de mesas sin orden de prioridad de llegada. Comida de excelente calidad.
Para ocasiones especiales. Al entrar eliges el marisco que quieres comer, lo tienen expuesto como en una pescaderia. Te lo llevan hecho a la mesa. Todo muy bueno, repetiremos seguro.
Una experiencia diferente de calidad. Vas a la pescadería del restaurante (siempre hay bastante cola, pero con un vinito la espera es menos espera) y te lo cocinan como te apetezca. La calidad excelente, el servicio normal ya que a pesar del concepto, debes ir en busca d ella bebida, el pan, incluso si quieres postres debes acudir tú a solicitarlo. Es una pena que no me den un mejor servicio, pues tengo constancia que con la espera para pedir el pescado/carne que se quiere comer en la parada y el tener que acudir a buscar la bebida, etc., hay gente que no quiere acudir. E insisto, esto a pesar de tener pescado, marisco y carne de alta calidad. Las instalaciones son normales, pero en su exterior, un día de buen tiempo, te garantizas disfrutar con el enclave y la comida. Es bastante caro para el servicio, pero para experimentarlo vale la pena. Siempre hay mucha gente, no reservan, con lo cual mejor acudir pronto.
![4]( "Recensione")
Una marisquería con buen producto en la que puedes comer muy bien y a un precio razonable si sabes qué elegir! En nuestro caso, hubo elecciones más acertadas que otras:
Por un lado, de entrantes pedimos caracolillos que estaban un poco salados, un pastel de cabracho que no tenía mucho sabor, unos txopitos que a pesar de estar buenos no estaban crujientes y unas almejas que se quedaron un poco sosas.
Por otro lado, el pulpo a la brasa estaba perfecto; los bordes estaban crujientes y el interior en su punto, con un sabor a brasa excelente y un puré de patata riquísimo. Los langostinos, de un buen tamaño, estaban muy sabrosos y tenían el punto perfecto de sal. Como platos principales pedimos un arroz meloso con bogavante y almejas y un rodaballo. El arroz ha sido el plato estrella de la comida, riquísimo (como única pega, no hubiéramos añadido las almejas, el arroz estaba perfecto con el bogavante). El rodaballo también tenía un sabor a brasa que le daba un toque especial.
Finalmente, pedimos algunos de los postres que ofrecen, todos caseros.La masa de los cannolos estaba muy bien hecha, pero se quedó un poco blanda por el relleno; el tiramisú nos decepcionó un poco porque no tenía sabor a café; la torrija ha sido nuestro favorito, muy jugosa y con gran sabor.
Estaba todo buenísimo, los camareros súper atentos y unas vistas… repetiremos
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