Yo debo decir que el menú, de 18 euros, me ha parecido excelente. Vino de carta, muy bueno. Pero quiero remarcar que lo mejor, la atención. He leído las peores opiniones... Y no me cuadra. Pero supongo que todo depende de las expectativas.
Fuimos a cenar un grupo de amigas. Los entrantes buenos, pero las tortillas todas sabían igual, sosas. Los postres ricos. Nos costó 30€. Las berenjenas espectaculares. Mucho ruido en el interior.
Es de los mismos dueños que el Flash-Flash de toda la vida. El local muy bonito y agradable, en medio de la Diagonal, con una terraza muy amplia. El servicio correcto. Las tapas, muy buenas. Quizá las tortillas, siendo la especialidad de la casa, las esperaba un poco mejor (la de sobrasada sí estaba realmente buena, las demás, correctas).
Un velada muy agradable, a la compañía de algunas amigas, buena comida con productos de la temporada y vino del Empordan.
El servicio muy atento durante toda la cena y el sitio muy lindo, con diseño característico del mítico Flash.
Sitio tranquilo y muy agradable, servicio eficiente y comida muy buena, tienen muchos platos además de los de la carta, nos gustó mucho el trinxat de alcachofa, la berenjena con ibérico y vieira y de las tortillas la del bosque y la mallorquina sobre todo. La de escalivada y anchoa no tanto, eran pimientos con una tortilla francesa encima y 3 trocitos pequeños de anchoa. La lemon pie muy buena. Muy recomendable.
Cené con mis compañeras de trabajo y la comida estaba excelente, destacó la tortilla de sobrasada, las croquetas, el cordero y el pulpo. Los camareros y camareras muy amables y atentos.
El precio es un poco elevado y las copas para el vino o los vasos para el agua no me gustaron.
Eso sí, muy recomendable el sitio.
La comida buena y bien presentada en medida muy justa. Menu dia 18€ sin bebidas cada cerveza 0,2 cl 3,50€ .
5 personas hemos probado un pico de todo. La tortilla de callos muy recomendable. La persona encargada muy eficiente y amable. Lugar con encanto y tranquilo.
Todo muy bueno!! Con ganas de que las próximas tortillas sean con patata😋
Fantástico Restaurante, tenéis que probarlo, hemos despedido el año disfrutando de la maravillosa carta, la comida está riquísima, el ambiente genial, además se pueden tomar copas acompañadas de muy buena música.
Bonita terraza en la Diagonal de BCN, a la altura del CC La Illa. Pertenece al grupo Flash flash y hereda de este su maestría en las tortillas. El local está decorado con buen gusto, minimalista, moderno, color block y mucho lacado. El servicio, desigual: maitre o jefe de sala, excepcional.. Nuestro camarero, correcto sin más. De un local así, se espera un trato más atento. Son petfriendly en terraza, pero no te ofrecen bebedero como en el local adyacente. Igualmente, yo llevo siempre el de mi perro por si acaso. Recomendable para almuerzos/cenas informales, de familia o amigos.
Fuimos a este restaurante por que es uno de los más instagrameados de Barcelona. Buscábamos ambiente y no tanto comer bien, y al final fue al revés. Comimos muy bien, pero la decoración no nos pareció tan especial. Las tortillas son espectaculares. Nosotros tomamos la de sobrasada y queso. Una bomba, pero buenísima. El servicio muy correcto y eficiente
Es la segunda vez que vengo y cenamos muy bien. A mi me encanta venir a este sitio, es elegante pero a la vez comes bien en relación calidad precio. Los ingredientes son de calidad.
Hemos probado las tortillas y buenísimas, aunque el resto también está delicioso. Las croquetas, los espaguetis de Alfonso Milá, el gazpacho de cereza... Y el lemonpie brutal... Volveremos por supuesto!
Una carta muy interesantes, con precios muy competitivos, con muchas tortillas como principal, la que yo probé buenísima!!!!!!. Servicio rápido, muy atento y respetuoso. Restaurante de diseño agradable y confortable, moderno y limpio. Muy contento de la experiencia, pienso repetir.
Una carta muy variada con sus clásicas tortillas. Todos los platos que escogimos fueron una buena elección. Pedimos ceviche, canelón de aguacate, ensalada de tomate, tortilla de trufa y beicon y la tortilla del bosque. Todo muy rico. Los postres no me emocionaron tanto, pedimos el limón pie y la tarta de queso. Una cosa que diría para mejorar es que pusieran más camareros. En todo momento muy amables, pero los veías corriendo todo el rato y les tenías que reclamar para pedir.
El “Loro Piana” de los restaurantes, en mi opinión. Equilibrado, sin estridencias y de buen gusto; y por descontado de buena comida y buen servicio.
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