Un lugar singular divertido y con unas tapas excelentes con un buen hacer que es esencial para sentirte como en casa
Cada detalle.. tiene una gran historia detrás!! Grande Isi!! A vermutear !!!
Tapas excelentes y vermut excepcional, todo envuelto de un ambiente maravilloso
Increíble el servicio y la puesta en escena.
Felicitats! Feia temps que no dinava tant bé. Un 10 a tot! Matèria prima de categoria, ben elaborada, gust exquisit, bon servei. Qualitat preu molt acceptable. Seguiu així. Enhorabona!
El sitio tiene un encanto por parecer una bodega, y aunque haya poco espacio de entrada por trás hay mesas para grupos grandes.
La comida estaba bien, en especial los callos. Son tapas, normal que el tamaño para lo que es, pero el precio es un poco caro para eso.
El sitio me ha gustado bastante. Tiene una carta muy interesante- tapas, carpaccios, ensaladas etc. También me gustó mucho su vermut de la casa estaba buenísimo.
No doy 5 estrellas porque la camarera estaba muy simpática pero no pudo aconsejarnos sobre los cócteles y los aperols no me gustaron mucho.
Pero en general es un sitio muy agradable y me gustaría volver algún día.😊
Encantador lugar, tiene realmente un ambiente muy tranquila e intimo, la atención de los camareros es muy buena, me han recomendado bien la elección de platos y hemos probado muchos platos de la carta! sin duda es un lugar que volvería a ir y recomendaría.
José Ángel Freire Astray
+4
La antigua bodega Esplugas, mítica de la calle Enric Granados es ahora La Moderna. Sigue manteniendo el encanto de la antigua bodega y la venta de vermuts en barril.
También dispone de carta de tapas y platos muy buenos. Raciones pequeñas pero suficientes para un picoteo rápido.
El ambiente es muy agradable y el servicio súper atento y agradable. Te hacen sentir como en casa.
El local es estrecho pero tiene un salón al fondo donde se puede comer o cenar tranquilamente. Quizás es único pero que le encuentro es la falta de aire acondicionado. El ambiente en el salón interior estaba un poco cargado, pero aún así, es un sitio para repetir.
Si estás cerca y buscas sitio para picotear algo, esta es una muy buena opción.
Una casa con mucha personalidad en una locación muy top de la ciudad,
Es un sitio encantador, evocando la tradición de la región,
Con muchos detalles.
Adoro estos lugares, la comida muy sabrosa. Ideal para hacer vermut y tomar platos.
Carmen su propietaria es una gastrónoma consolidada y encantadora.
Visitarles!
Para los amantes del buen Vermut y tapas!
Excelente lugar.
Lo repito seguro .
No solo por que en lugar en si es muy mono, acogedor es como una bodega o casa antigua . Sino que el servicio excelente .
La señora que nos atendió muy maja, con una gran sonrisa en la cara.
Las tapas deliciosas , frescas
El vermut negro y blanco buenísimos .
Fuimos 4 entre picoteo y bebidas la cuenta me pareció razonable el precio
Todas las medidas pertinentes con respecto al Covid
Lo recomiendo .
Patricia González Terraza
+5
Sitio muy bonito, decorado con mucho gusto. Una bodega con buen vermut, cañas bien tiradas, atención del camarero excelente, rápido, la comida muy buena. Volveremos.
Un lugar divino con gran atención. Todo lo que comimos estaba de-lo-cio-so!
El Local espectacular, muy auténtico.
Se come genial, nada frito, recomiendo la Carrillera está para llorar.
Buen vino ecológico.
Volveremos!!
Espectacular, una experiencia muy completa de tapas y puedes ver todo el proceso de preparación, lo cual da tranquilidad respecto a lo que estás comiendo.
Fuimos con 4 amigos para probar el sitio y tomar algo antes de comer. El trato genial, el vermout riquísimo y para acompañar pillamos unas bravas que estaban genial. No eran fritas sino cocidas pero la salsa que las acompañaba estaba muy buena. Seguramente volveremos ya que tienen varias propuestas interesantes
Una pequeña taberna que te transporta al siglo pasado con su decoración. Raciones algo pequeñas pero muy ricas de sabor. Probamos el rabo de toro y el lacón, ambos riquísimos. Nos dieron un poco de pan con tomate de acompañamiento. Una atención muy rápida y amable.
La Primera vez que fuimos salimos contentos por la atención y por el tapeo que siempre nos encanta ir a tomar vinos en bares bodegas.
Pero esta última vez no hemos tenido buena experiencia.
Me pedí unas papas bravas, una selección de quesos y un vermut. Todo estuvo muy bien, disfrute de la terraza y de la atención del local, volvería a ir!
Local muy acogedor guardando la esencia de una antigua bodega ubicado en la parte alta de la calle Enrique Granados. La comida a base de tapas de recetas clásicas, quesos, embutidos y alguna tapa más elaborada, acompañado por algún vino de la extensa carta. Todo muy bueno!
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