Opiniones Sants Es Crema

Local pequeño. Tiene una brasa en la barra donde ves cómo cocinan. Lo que más me gustó fue la berenjena de la hamburguesa moruna. Riquísimo!

Este local lo conocí a través del programa Joc de Cartes y me entro curiosidad para probarlo. Un día decidimos ir con mi mujer y no defraudo. Eso si, tuve que reservar una semana antes porque siempre está lleno. Es un pequeño local especializado en bocadilloa gourmet. Cuando entras, vés la brasa donde cocinan las carnes y verduras. De primero, pedimos una escalivada con anchoas, acompañada de un excelente pan. Todavía recuerdo el sabor de dicho plato en mi boca, porque era ESPECTACULAR. La combinación de los diferentes sabores combinaban muy bien y se fundían en una sólo. De segundo, mi mujer eligio una foccaccia de carabacín con romesco de pimiento y un parmesano trufado. Nunca había probado una foccaccia tan BUENA y con una mezcla de sabores tan acertada. En mi caso, yo elegí la hamburguesa de cerdo y ternera, con carne costilla con salsa barbacoa y queso. Cuando dí el primer bocado, me entro un ORGASMO. En mi vida he probado una hamburguesa tan RICA, SABROSA y en su PUNTO. La relación calidad-precio fué sorprendente excelente. Un punto a mejorar es el servicio, ya que fué lento y la gestión con los clientes y la salida de los platos de la cocina. Personalmente, ya tengo ganas de vovler a este sitio y probar más platos.

Bocadillos extremadamente buenos, buena materia prima y bien ejecutados, con el único pero de que el pan estaba demasiado tostado y dificultaba la ingesta. Para volver a acabar el resto de la carta sin dudarlo!

Hemos ido a cenar. Bocadillos increibles, muy buenos, hay opción vegana. Postres algo más flojos. El camarero encantador. Volveré seguro

Me habría encantado ponerles 5 estrellas, pero que un menú degustación de 7 platos tarde 2h45min.... buffff me entró el bajón a media comida. Con decir que al salir me fui directamente a la cama lo digo todo. Por lo demás muy bien. Hicimos el menú degustación de 7 platos. Todos con alguna sorpresa y muy buenos, incluso las cosas que no suelo comer me parecieron buenas. Desde gambas a tuétano pasando por berberechos o casquería. Un lujo. El precio muy bien. Y no te cobran ni pan (buenísimo el de hierbas) ni agua.

Cenamos 3 personas, pedimos dos hamburguesas con costilla de ternera y queso y un bocadillo de papada de cerdo. Para acompañar tomamos patatas fritas, dos copas de vino, una botella de agua y una tarta de queso azul como punto final. Cantidad de comida más que suficiente ya que nos llevamos media hamburguesa a casa. La atención es muy amable y sin ningún reproche que hacerle. Nos recomendaron que pidiésemos sólo una ración de guarnición porque iba a ser mucha comida y dieron en el clavo. La comida es genial, muy buena. Tiene un punto diferente a lo normal. La carne de la costilla estaba muy tierna y jugosa; las patatas son las más crujientes que he probado nunca, sin parangón, y aún estando tiernas por dentro; y el bocadillo de papada es el que más nos sorprendió por la textura además del sabor. Crujiente a más no poder sin llegar a estar quemado. Una muy buena experiencia en definitiva. A pesar de que el sitio es pequeño, ruidoso y hace falta reserva, la comida hace que lo recomiende totalmente y que quiera volver a ir. Edito con foto de lo que pedí un jueves a mediodía cuando volví al restaurante.