Experiencia en todos sentidos. Un ambiente perfecto, cálido, reservado e íntimo aun estando en un salón de restaurante. Un personal que personaliza el servicio, no solo te explican platos sino que te hacen participar de ellos, interactuando y formando parte de la idea. Un producto espectacular. No va solo de comer, va de vivir un día para recordar. Sin lugar a dudas una vivencia que repetir
Experiencia gastronómica de 10. Te reciben en la cocina con un rico aperitivo y ves como los cocineros (stages) están a full con las elaboraciones. Nos pusieron en una mesa redonda, muy cómodos, atendidos constantemente por varios camarer@s. Buen ritmo en el servicio y un ambiente muy agradable.
Primera vez en un restaurante tres estrellas Michelin y ha cumplido las expectativas.
La comida es una explosión de sabores, la calidad de los productos y los detalles son espectaculares.
El maridaje nos encantó, aún no siendo fans del vino tinto, estos nos sorprendieron.
Todo el personal muy atento y amable. Además el ambiente es tranquilo y relajado.
Recomendable probarlo aunque sea una vez en la vida.
Diré lo que nos gustó y lo que no tanto. Probarlo una vez si, volver no.
Nos gustó: el local es muy elegante y la parte de jardín también es bonita. Entrar en la cocina donde están los chefs cocinando también fue una buena experiencia. La comida como es de suponer en un tres estrellas michelin estaba la mayoría buenísimo.
Lo que nos gustó menos: en el menú lo de repetir tanto ahumado la verdad cansa ya nos salía toda la comida a ahumado. Faltaba alimentos que no pruebas en tu día a día, mucha verdura pero tanto carnes como pescado poca cosa. Jordi Cruz nos decepcionó, no fue mesa por mesa a ver qué tal el menú, se centró en una mesa de amigos y del resto paso. Nosotros pedimos si podíamos hacernos una foto al camarero con Jordi, fue a la mesa y le dijo que si, pero él seguía con sus amigos hablando. Después de 15 minutos ya le digo a mi pareja de pagar e irnos fue el mismo camarero que le volvió a insistir que venga que nos vamos. Fue un gesto feo.
Comparo tanto el recibimiento como la despedida de otros tres estrellas michelin y la verdad que nada que ver pero en fin cada uno sabe cómo llevar su negocio.
Una experiencia única!!! El servicio es muy correcto. Explosión de sabores en cada plato, el ambiente es tranquilo y acogedor. Son 20 platos pequeñitos y terminas muy satisfecho. Los postres son brutales!!! Gracias por este maravilloso día equipo!!!
Ha sido una experiencia que vamos a recordar siempre.
Los primeros 3 entrantes son mientras conoces la zona de cocinas, algo que nos gustó mucho ya que ves zonas y conoces a personas que normalmente no haces.
Al final fueron 18 platos super interesantes, por supuesto unos nos gustaron más que otros, pero en general todo genial. Al final ya no podíamos más, era demasiada comida para nosotros y los postres ya se nos resistían 😅.
El salón muy agradable, tranquilo, y el personal todo super amable y cercano.
Una experiencia para no olvidar! Y el precio lo vale, pero no esperábamos menos. He de decir que en la carta hubiera incluido más platos de carne, y no tanto pescado y marisco, pero es un tema particular. Sabores muy intensos, pero agradables. Demasiada extensa la carta para mi gusto.
A destacar el servicio, espectacular, y en especial Joao e Iván en especial. El personal muy joven, pero muy preparados y con muchas ganas.
Celebrábamos el cumpleaños de mi marido, pedimos un postre con vela y lo trajeron. Al igual que pedimos una foto con Jordi Cruz, mi marido fan de él, salió, nos atendió, pero no solo a nosotros, a todas las mesas, todo un detalle por su parte. Es una experiencia a vivir, recomendable al 100%. Platos en los que ves reflejado mucho esfuerzo y experiencia. Trabajo en equipo que hacen que no olvides la visita! Gracias a todos! No lo olvidaremos!
Fantástico si entiendes el concepto de "estrella michelín". 2 horas y media de comida es un tiempo que no todo el mundo está dispuesto a pasar comiendo (bueno.. con su tiempo de espera entre plato y plato, claro) Muy original, muy bonito, muy rico y además con parking al que se accede por la avenida del Tibidabo aunque hay que ir despacio que parece la puerta de un garage de chalet. Jordi Cruz salió amablemente a hacerse una foto conmigo. El precio y el menú son cerrados: 295 euros y 145 más si quieres con maridaje. También puedes beber agua a 6 euros 😅
Angela Santana Morales
+4
Al inicio te hacen comer en la cocina, cosa q me encantó, pero para mi gusto, poco espacio y tuvimos que comer deprisa por el grupo de gente que venía detrás y porque ya estaban preparando las siguientes elaboraciones, sin haber terminado la anterior.
También hubieron varias elaboraciones muy muy saladas.
Entiendo que el coste del producto, del servicio y el tiempo de elaboración tiene un coste superior a la de cualquier otro restaurante, pero a diferencia de otros restaurantes de estrella Michelin (relación precio-calidad-servicio), no volveríamos a ir.
Muy buena experiencia. Comienzo distendido con toma de aperitivos en cocina, realmente único y especial. Tienes la oportunidad de ver de cerca alguna de las elaboraciones y el minucioso trabajo del equipo de cocina. Incluso vimos a Jordi en plena acción.
Seguimos en mesa, cuidada presentación de platos con muy buena evolución de sabores, algunos realmente sorprendentes. Evidentemente, calidad de 10, además de buena cantidad por plato teniendo en cuenta el amplio número de platos.
Quitando los ya conocidos petit four, el resto de postres fueron muy llamativos y deliciosos.
Servicio cordial, atento y cercano. Te sientes acompañado desde el inicio y te trasladan fielmente las ideas del chef con cada plato así como su elaboración e ingredientes.
Un 10 en todo. Fuimos para celebrar el aniversario de mi pareja. La comida sublime, la atención del personal increíble, son todos unos profesionales. Y el ambiente muy relajado y tranquilo.
Todo tiene un punto chic pero para nada estirado. Te hacen sentir muy cómoda en todo momento.
Lo recomiendo 100%!
ES LA 2DA OCASION QUE VISITO EL ABaC, CAMBIARON UN POCO EL MENU DE FEBRERO 2023 A DICIEMBRE 2023, MEJORO NOTABLEMENTE, SINCERAMENTE PENSE QUE ERA LO MEJOR Y AHORA ESTA MUCHO MEJOR, DEJARON LOS PLATILLOS EMBLEMA, COCINA CREATIVA, SENSORIAL, UN RESTAURANTE DE 3 ESTRELLAS MICHELLIN QUE SIEMPRE NOS DA SORPRESAS Y CUMPLE Y SUPERA EXPECTATIVAS, SERVICIO ATENTO, AMIGABLE, PENDIENTE. LA COMIDA Y POSTRES DE LAS MEJORES DEL MUNDO, EL MARIDAJE PERFECTO Y MUCHO MEJOR AHORA, VINOS MAS VARIADOS Y DE DIFERENTES PAISES....UNA SIDRA FRANCESA DE NORMANDIA...TODO EXCELENTE, 100% RECOMENDABLE
NO HAY PALABRAS PARA DEFINIR ESTA EXPERIENCIA EN EL HOTEL Y EN EL RESTAURANTE 3 ESTRELLAS MICHELÍN
Positivo:
Hotel increíble: habitación amplia con jardín precioso, equipación y decoración preciosa.
Entorno de detalles muy cuidados: jardines, etc…
Restaurante digno de 3 estrellas.
Producto sublime. Menú extenso en sabores, texturas, colores y aromas. Muy trabajado, es un auténtico espectáculo.
Servicio de camareros sincronizado, amable y servicial:
Desayuno al nivel del restaurante.
Una experiencia INOLVIDABLE.
Negativo:
Las esperas antes de sentarse a la mesa. .
Mi primera vez en un restaurante con 3 estrellas. Y la verdad la experiencia estuvo a la altura de mis expectativas. El mejor almuerzo de mi vida. Una experiencia que hay que vivir al menos una vez en la vida.
Es un espectáculo. A estos sitios hay que ir como quien va al teatro. Como la variedad de platos es grande es normal que algunos te gusten más que otros. No les doy las 5 estrellas porque uno de los camareros me tiró la copa de champan y no me la rellenó. Además pasaba el rato y no rellenaban las copas hasta que les pedimos que nos acabarán de servir lo que quedaba en la botella. Este tipo de detalles no son propios de un restaurante de esta categoría. Aclaro que el problema no es que me tiren la copa el problema es que no me la rellenen 🤣
Muy buena experiencia culinaria.
Un espectaculo de cuatro horas que empieza en la cocina y sigue en sala. Todo es creatividad y sorpresa ,vivi un espectaculo en la mesa que no olvidare , tampoco olvidare que no estaba el Jefe y sin desmerecer la profesionalidad del servio no me gusto que cada dos platos me cambiaran el camarero y por lo tanto la explicacion ,me paso lo mismo en los postres que son magia y sorpresa y perdi un poco la ilusión
Andante "sin" moto.
Batuta disipada en una cocina que emana intensas emociones de una buena partitura escrita, a fuego lento, con talento y esmero. Lamentablemente las notas de la obra languidecen en la apatía del trayecto al comensal. Oscurecen un trabajo creando una melodía desvaída, donde cada intérprete, que está lejos de los fogones, sigue su propio compás, recordando al sonido caótico que precede el silencio del principio del concierto. La falta de pasión, dedicación y sobretodo atención, de una parte de ellos, nos sucumbe en un eco apagado de lo que esperábamos encontrar.
Muchos errores, de diversa índole, incomprensibles a este nivel.
Equidistante, a mi parecer, del Angle, que en cambio, brilla mucho más, con menos estrellas.
Fue una experiencia inolvidable desde que entramos por la puerta.
La profesionalidad de todos y cada uno de sus empleados.
Tuvimos suerte es ese día estaba el chef Jordi Cruz el cual tuvo la amabilidad de pasar a saludar mesa por mesa casi al finalizar la comida.
Lo recomiendo si puedes.
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