Opiniones Cervecería Catalana

Todo muy rico, lo único que no nos pareció muy bueno fueron los langostinos que estaban un poco secos… pero el resto todo de lujo, servicio rápido, atento.. tuvimos que esperar 5 minutos para conseguir una mesa. Se recomienda ir con tiempo ya que siempre hay mucha gente. Volveremos pronto ya que hay muchas cosas que probar. Atención a la torrija con crema catalana, es un obligatorio de probar si vas a este restaurante. Calsots muy ricos también.

Restaurante de tapas amado por locales y turistas. Buen producto, servicio eficiente y precios razonables. La brocheta de gamba y calamar es mi top! Tienen postres individuales muy ricos. La única pega es que hay que hacer fila y esperar turno. Algunos consejos para esperar menos: grupo pequeño de gente, si sois dos personas en barra suele haber más rotación, no vayas en horas punta.

Hacía tiempo que tenía ganas de ir, un amigo, siempre me comentó que estaba bastante bien. Creo que se puede considerar un buen bar de tapas. Todo muy correcto. Pero aún estoy por descobrir un sitio como los del norte. Pero seamos sinceros, estamos en Barcelona, y aquí las cosas van más o menos a su bola. La presentación de la comida está bastante bien, invita a degustar los platillos. El ambiente, es lo que se espera, de nível mediano. Nos quedamos allí, al 60% de satisfacción. Con aquello sabor de boca… la bebida, muy normal. Y los precios muy de acuerdo.

El restaurante cervecería Catalana es uno de los locales más populares de Barcelona, donde se puede degustar una gran variedad de tapas y platos típicos de la gastronomía catalana. El ambiente es acogedor y animado, y el servicio es rápido y atento. Hemos tenido que hacer 10 minutos de cola para conseguir una mesa, pero ha merecido la pena. La carta es muy amplia y tentadora, y nos ha costado decidirnos. Al final, hemos optado por compartir varias tapas y raciones, todas ellas deliciosas y bien presentadas. Hemos comido pimientos de padrón, unos pequeños pimientos verdes fritos y salados, que son un clásico de la cocina gallega. También hemos probado los huevos cabreados, que consisten en huevos fritos sobre patatas paja con salsa picante. Una combinación sencilla pero sabrosa. Otro de los platos que hemos pedido ha sido la hamburguesa de cebolla y queso, una jugosa carne de ternera con queso fundido y cebolla caramelizada, acompañada de pan de cristal y patatas fritas. Una hamburguesa gourmet que nos ha encantado. No podían faltar los calamares, unos anillos de calamar rebozados y fritos, crujientes por fuera y tiernos por dentro. Los hemos acompañado de una salsa alioli casera, que les da un toque cremoso y ajo. También hemos probado los chips de alcachofa, unas finas láminas de alcachofa fritas y crujientes, que son una especialidad de la casa. Un aperitivo original y ligero, que nos ha sorprendido gratamente. Para terminar, hemos pedido dos postres para compartir: churros con chocolate y tarta de zanahoria. Los churros son unos buñuelos alargados y fritos, que se mojan en una taza de chocolate caliente y espeso. Un dulce tradicional que nunca falla. La tarta de zanahoria es un bizcocho esponjoso con zanahoria rallada, nueces y canela, cubierto de una capa de queso crema. Una delicia para los amantes del dulce. Nos ha gustado mucho el restaurante cervecería Catalana, tanto por la calidad y variedad de la comida, como por el trato y el ambiente. Sin duda, repetiremos la experiencia y lo recomendaremos a nuestros amigos.

Sitio muy recomendable para cenar, la comida está riquísima. La atención es buena y rápida. La única pega que le pongo es que no se puede reservar y siempre hay bastante cola de gente esperando. Mención especial a la tortilla de patatas trufada!