Opiniones El Chigre 1769

Comida buenisima, y el servicio muy bueno. Sobretodo la camarera con el pelo rizado que estuvo por nosotros en todo momento. Lo unico quizas es para decir un pero esque el sitio es muy pequeño y la verdad que cuesta moverse. Pero que todo sea eso, comida y servicio de 10.

Fuimos por recomendación de varios amigos y la verdad es que nos encantó. Estuvimos en la ciudad durante el puente de diciembre y acudimos al Chigre en dos ocasiones. La primera de las veces para una comida, donde pedimos pan con tomate, patatas bravas (ya que no quedaban de cabrales), chorizo a la sidra, arroz con setas y costilla y tarta de queso Gamonéu. El trato fue estupendo y la comida estuvo deliciosa. En todo momento estuvieron pendientes de que no nos faltara de nada y la comida estuvo muy, muy rica. Por destacar uno de los platos: ESPECTACULARES LAS PATATAS. La segunda de las veces aprovechamos para ir a tomar algo antes de cenar y no pudimos resistirnos a probar las patatas al cabrales que no pudimos comer el día anterior. Al llegar (estuvimos tomando algo en la mesa de la calle) una de las personas (no recordamos el nombre del chico que estuvo tan atento) nos reconoció y nos invitó a pasar dentro a tomar algo y a pedir nuestra ración. Fue súper amable con nosotros y estuvo muy pendiente. Como no podía ser de otra manera, nos encantaron las patatas. La calidad/precio considero que fue muy buena. Nos fuimos con la sensación de que va a ser un restaurante que repetiremos cada vez que vayamos a Barcelona. Un 10 por todos ellos.

Es un sitio pequeño pero acogedor, con mesas altas y barra en las ventanas, con vistas a la basílica. La comida está muy bien relación calidad-cantidad-precio, platos tradicionales con un toque innovador. Me quedé con ganas de probar el pepito de ternera, tendré que volver!

Este restaurante es una joya en el barrio El Born. Comida y servicio de excelencia. Los dátiles y el pulpo son de las mejores recomendaciones que puedo hacer del menú. Mateo y Tomás son muy amables y atentos. Definitivamente recomiendo El Chigre y volveré.

En el animado barrio del Born, la energía vibrante de sus calles históricas y la fusión de lo antiguo y lo moderno crearon el telón de fondo perfecto para la comida de Elena Martínez Pueyo y su esposo Pau en el Chigre de Barcelona en 2024. Rodeados de encanto, saborearon exquisitos arroces, deleitaron sus paladares con frescas ostras y se perdieron en el placer de los mejillones, convirtiendo cada plato en una experiencia sensorial única. Una jornada culinaria y emocional que quedará grabada en sus corazones.