Un sitio idílico y original para comer. Menú a 20€ (incluye café y postre), muy completo, tienen variedad de primeros, segundos y postres. Buen trato al cliente, los camareros profesionales y muy atentos en todo momento. Servicio de comida rápido y todo muy bueno. Nosotros fuimos con reserva. La palloza es preciosa por dentro y por fuera. Repetiremos, claramente.
El sitio es espectacular, realmente está bien hecha la Palloza!
El handicap es el precio, 20€ el menú del día, bastante caro para un menú!
Pero en Balboa es el mejor sitio para comer... así que... 🤷🏼!
Ricas las caracolas rellenas y la tarta de la abuela!
Un mundo a otra escala
+5
Un lugar único para visitar y comer, acogedor y familiar. La comida de calidad y bien atendidos.
Todo en un ambiente rural único y especial.
Estuvimos comiendo con unos amigos. Tienen menú por 20€ con un primero, un segundo, postre, agua, vino y café. De los primeros a destacar el lacón y los quesos. Las croquetas de chichos eran planas de sabor. De los segundos el codillo y la carrillera espectaculares. Y los postres, la tarta de la abuela estaba rica. La de castañas un poco dura y seca.
El servicio muy bien. El ambiente muy acogedor.
Un restaurante muy mágico, escondidito al lado de un río en Balboa. De camino a O Grove, pasamos por allí y fue una grandisima decisión, además de que no hay que desviarse mucho y que las vistas de la carretera y del idílico lugar que rodea a la palloza, merecen el desvío.
Menú del día, de comida casera y muy original, por 20 euros. Sabores de la tierra en la que te encuentras, con un ambiente súper acogedor dentro de la Palloza, donde además hace bastante fresquito. La decoración te tiene absorto durante toda la comida y aunque no estaba muy lleno, el ambiente era muy familiar. La camarera que nos atendió era muy profesional y cercana, parecía que tu madre te estuviera poniendo la comida en la mesa. En todo momento atenta a nuestro bienestar, con un trato excelente.
Como podéis ver en las fotos, probamos 4 platos, aunque los que más puedo recomendar fueron mis dos aciertos: las filloas de espinacas y queso de la casa y los pimientos rellenos de bacalao. Esas dos salsas te harán mojar hasta la última gota con el pan de pueblo, buenísimo, que te ponen con el menú. Las carrilleras también estaban muy buenas y el arroz, a mi parecer, mejorable en punto y en sabor. Más vale que os guste comer cantidad, porque nosotros que somos de buen comer, salimos para reventar y eso que pedimos postrecitos frescos para bajar la comida (el helado con chocolate caliente, la guinda de una comida maravillosa y muy completa).
No tengo ninguna pega sobre este sitio, salvo que cuando intentamos hablar con el dueño para preguntarle si podíamos tocar allí, (tienen música en directo) nos atendió muy rápido, como desentendiéndose por completo. Todos tenemos malos días y el estrés de llevar un restaurante tan grande y especial como ese, tiene que conllevar su estrés, así que lo entendimos perfectamente.
Pasad por allí, es un lugar muy muy mágico.
Pese a que no hay las fotos que me hubiese gustado xq se me ha olvidado hacer. El sitio como siempre de espectaculares vistas, temperatura ideal, y comida muy buena. La tarta de castañas estaba un poco seca pero la de la abuela genial.
Un sitio precioso para venir a comer. Me gusta lo que engaña en cuanto a espacio desde fuera, bastante más grande de lo que aparenta. Según para quién, o en qué mesa puede resultar un poco oscuro para comer.
Comimos de menú, el cual para uno es bastante potente, de lo que pedí recomiendo las carrilleras.
Un sitio precioso para venir a comer y a desconectar de las zonas más pobladas. Los camareros/as son todos muy simpáticos y la comida está muy buena.
La única pega que tiene es que depende de la mesa es algo oscuro para comer, le vendría bien un poco más de iluminación.
Los mantelillos es el menú, así que nada mas sentarte ya puedes decidir que comer, mucho más higiénico que el menú plastificado que pasa por todas las manos.
Precioso y pintoresco sitio ,e mi caso la comida tarda demasiado y el servicio deja que desear,necesita reformar los baños.
Lugar encantador y completamente diferente con un gran encanto. No subo más fotos para no estropear la sorpresa de quedar maravillados con su interior. Servicio excelente con comida abundante y muy rica.
Preciosidad de sitio! Comida buenísima y buen precio. El camarero majísimo. Para quedarse a vivir.
Muy bonita la palloza y el entorno. Tomamos algo en las mesas de fuera frente al río, muy bien cuidado y muy agradable.
Excelente atención, muy buena comida, el vino de la casa divino
Fuimos a comer un sábado, el menú cuesta 17 euros e incluye primer y segundo plato, postre y café, además de pan, agua y vino.
La verdad es que es un precio más que razonable por la cantidad y calidad de los platos. El sitio es maravilloso, tranquilo y acogedor.
Aunque había mucha gente, no se notaba barullo, por lo que comimos muy tranquilos.
Salimos en general todos muy contentos!!
Comida del mediodía. Sólo tienen un menú (20 euros) con varios platos para escoger de primero y de segundo, el menú también incluye vino, agua y postre. Todo bastante rico.
El servicio atento aunque un poco superado porque el restaurante estaba lleno. De todas formas siempre atienden bien.
La palloza y el entorno merecen la pena la visita. Quedan ganas de ir en invierno si encienden la chimenea central.
Repetiría sin duda.
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