Hemos comido hoy el menú bitartean y ha sido una grata experiencia desde el aperitivo hasta el postre.
En primer lugar mención al baserri que es espectacular desde afuera pero lo es mas aun cuando entras ya que tiene un comedor precioso y de mucho gusto y calidad.
Se nota la profesionalidad no solo
Sin duda acababan de aterrizar y es cierto que se le publicita mucho, hay un buen Marketing por detrás.
Se fue la luz..........
La atención fue agradable y las expectativas por encima de lo esperado.
Una experiencia fantástica en el que considero que es un candidato claro para su primera estrella Michelín en 2023. Tomamos el menú corto Iritsi y es difícil resaltar ningún plato en concreto ya que todos estaban increíbles. Su punto fuerte sin duda el tratamiento que hace de las flores, las plantas
El nuevo restaurante Erro es increíble, ahora a cargo del chef Jorge Asenjo, la carta es una pasada. Recomiendo el menú largo, es un homenaje a los ríos, los montes, y el producto rural. Será la próxima Estrella Michelín y el Sol Repsol.
El mejor capricho que nos hemos pegado últimamente.
Restaurante a las faldas del Anboto, con una ubicación excepcional.
Es un restaurante recién abierto y en algunos aspectos se les nota, pero sin duda prometen. Apuestan por el buen producto y sabores intensos en sus platos.
El carabinero a la brasa con caviar fue un manjar, aunque se echa en falta
Comida para dos, cumpleaños.
La semana más fría de lo que llevamos de invierno...y se ha notado en el comedor que le faltaba algún grado...tampoco funciona a el TPV, pero hay cosas con la que no se puede luchar...la comida, a la carta, con muchos claros (croquetas de río, brioche con anchoa sobada,
Comida de 10 en la Euskadi profunda junto a un servicio excelente.
Comimos las dos croquetas, la bomba, el pulpo y el tartar de chuleta y tuétano de entrantes.
La besamel de las croquetas estaba finísima, que junto a la cigala hacían un maridaje sutil y potente de sabor a mar. La de cigala estaba
ERRO. A los pies del Anboto, con una imagen de Anbotoko Mari antes de subir al comedor que ya te pone en situación de que lo que vas a probar es de AQUI.
Llegamos y probamos en el bar un txakolingorri de Doniene y un pintxo de txangurro. De 10.
Presentan el menú como "Cocina Silvestre" y así es.
Un espectáculo para los sentidos, íbamos con las espectativas altas pero en mi caso las han superado. El entorno es idílico, en plena naturaleza y con unas vistas preciosas al majestuoso anboto. La atención ha sido totalmente exquisita por parte de los camareros y el sumiller Ismael ,( no recuerdo e
Encantador Asador situado en medio de la naturaleza en el valle. Menú degustación y carta espectaculares. Vale mucho la pena ir. Espacio acogedor y servicio muy atento!
Repetiremos cuando volvamos por la zona 100%, una maravilla!
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