Vinimos a comer aquí por una competición y todo perfecto.
El restaurante es una casa verde que tiene el comedor principal en la planta baja, pero también un comedor en el sótano para eventos.
El personal es muy amable.
La comida estaba muy buena y además fue muy abundante.
El local es accesible para personas con movilidad reducida en la planta baja, pero no en el sótano.
Después de nuestra experiencia en Mesón Rías Baixas tengo que decir que, sin duda, me quedo con los chipirones a la plancha, estaban increíbles. Las patatas a la salsa de queso bastante bien y no congeladas, que se agradece. Los mejillones bravos, son bravos de narices aunque para el precio los veo un poco escasos. El pastel de cabracho normalito, y el cachopo Rías Baixas no nos gustó mucho, la carne estaba seca y tirando a durilla y el relleno al final solo sabía a pimiento.
Ha sido una cena excelente. El trato de lo mejorcito. La parrilla de carne abundante, con variedad de cosas y encima muy muy rica.. el pulpo muy rico.. los postres expectaculares.. tarta kinder y tarta de arroz con leche... es todo tan abundante que eramos 4 y sobro parrillada para llevar a casa.. el parrillero es muy fino a la hora de atender la parrilla.. se ve su profesionalidad... tengo ganas de venir de dia y ver la zona de afuera con gran variedad de juegos para los crios.. 100% recomendable
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