Las mejores gambas a la gabardina que he comido,que como y que comeré.
Empecé a comerlas de niño con mis padres y espero que mi hija pueda también contar cómo son.
El chocolate increíble y los churros muy buenos.
Buena localización y local muy amplio.
El mejor chocolate con churros de Astorga. Lo recomiendo
Las mejores gambas a la gabardina que he probado nunca! Siempre que vamos a Astorga es visita obligada. Nunca defraudan
ES UN BAR MUY TRANQUILO Y MUY ACOGEDOR, SE COME BIEN, Y LOS DUEÑOS SON MUY PROFESIONALES Y MUY ATENTOS.
Muy buenas tapas,las gambas a la gabardina y al ajillo buenisimas.
Buen chocolate con churros para toda la familia y amigos
Un bar para desayunar...pero tiene...un chocolate que Nunca he probado algo igual de la Cepedana, de Astorga, la única que elabora el chocolate desde el comienzo...y a mí no me gusta mucho el chocolate a la taza... Pero aquí, ni pesado ni nada, muy rico...igual que los churros que no eran nada pesad
Buen sitio y abren muy pronto. nosotros fuimos a las 7:45. El desayuno espectacular. Un pan exquisito, zumo recién hecho y además te pones dos bizcochitos que estaban buenísimos. El personal muy amable y educado.
Un clásico en Astorga. Buen local para hacer una parada y tomar algo. Personal atento.
Chocolate con churros y tapas exquisitas.
Atención y amabilidad en el servicio. Muy recomendable
El mejor chocolate con churros de la ciudad y de muchas otras!!!. El café está bueno, el servicio es rápido aunque esté lleno, las chicas son agradables y ellos un poco secos pero eficientes. Dispone de pequeña zona a la entrada para fumadores con televisor y estufa. La otra especialidad son las gam
Desayuno espectacular! Taza grande de chocolate y 5 churros por persona, ademas de los churros te ponen tapas buenisimas.
El chocolate y los churros muy buenos. La atención y limpieza del local excelente
No puedo poner menos. Llegamos cansados y tarde para comer, pronto para cenar. Todavía nos quedaban unos kms. Pensamos en tomar algo rápido y comprar antes un poco de fruta. Casi por casualidad nos asomamos al bar. La sala vacía (para nosotros ideal), al otro lado de la barra un hombre de mediana ed
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