Super rico. Es verdad que un poco lentos, pero porque solo vi a una camarera encargada de todo 😓 pero el trato y la atención ha sido genial. Tiene unas vistas maravillosa, fácil aparcar. Muchas gracias.
Restaurante con vistas verdaderamente espectaculares. Tallado en la piedra de una montaña. El acceso es a través de un túnel excavado en el lateral de la otra montaña.
Aunque la comida es buena sin llegar a ser especial, el servicio es algo lento. Pero tan sólo estar allí palia este pequeño inconveniente.
Para ir aunque sólo sea una vez en la vida.
Fuimos hoy por primera vez con mi pareja, nos encantó la comida sinceramente, el mojo super suave, se agradece mucho ya que no soy amante del picante, el alioli también muy rico. Recomiendo la parrillada para 2, aunque quisiera que mejoraran un poquitito la ración, lo único por lo que no pongo 5 estrellas, por el sabor de la carne... Increíble, hicieron todo en el momento y bien hecho todo. Vamos a repetir sin duda, las camareras que nos atendieron son muy amables ❤️
José María Plácido Suárez
+5
Restaurante emblemático en la cumbre de los de toda la vida. Entrada muy curiosa a través de una cueva, al estilo de la Grutas de Artiles, saliendo a una terraza espectacular con mesas para comer con unas vistas fantásticas del Bentayga y del Roque Nublo.
Un lugar bastante acogedor con vistas espectaculares ,con buena atención al cliente y muy rápidos para traer lo que pides.
De los platos que pedimos todo estaba bueno ,me gustó mucho los huevos estrellados con pisto de verduras, para repetir seguro.
Rafael Alfonso Ojeda Domínguez
+5
Me encanta. Cuando voy a Artenara voy a ese restaurante. Mejor reservar, por si acaso. Buena comida, buen precio, buen trato. Adjunto imágenes de algunos platos que he disfrutado a lo largo del tiempo que llevo yendo......
Aitor Rodriguez Sagarduy
+5
Impresionante la entrada al local, se hace a través de una cueva, una cueva que incluso quedas a oscuras en algún momento y cuando sales de ella, quedamos predados por las vistas desde la terraza del local, con unas mesas frente al acantilado y otras mesas justo en los huecos de la roca. Luego tienes un par de barras para atender en la terraza, además un salón interior muy amplio con buenas vistas para la época más fría del año. A más de 1000 metros de altitud, este local te permite divisar las montañas sagradas de Gran Canarias como el Roque Nublo y muchas otras formaciones. Además el camino para llegar a este pueblo ya es en sí una maravilla. Una carretera entre cañones desérticos que te hacen disfrutar de una paisaje muy diferente. En cualquier caso las vistas de este lugar son impresionantes y merecen en sí ya l avista solo por ellas. Pedimos un pan que estaba muy rico, nos dijeron que era de la tienda del pueblo- fuimos a comprar para llevarnos a casa-. Pedimos unas patatas muy ricas, una morcilla dulce, muy distinta de la que estamos acostumbrados, y una tabla de queso. Todo muy rico y nos atendieron a eso de las 18:30 por lo menos, así que muy amables y agradecidos, porque estuvieron muy atentos. La comida muy rica, volveremos a disfrutar más de este rincón casi secreto. Me maravillaron las vistas y esa terraza, un lugar único y mágico que empieza por esa entrada a través de una cueva. Merece la pena el paseo en conche o moto y cargar pilas en este sitio! Volveremos y lo recomendaré a todos los que vayan a la isla! Por cierto, si puedes, reserva la mesa “secreta” en la hendidura de la roca- está en las fotos-. y las 5 estrellas son por la terraza, por una comida acorde y por supuesto, por la amabilidad de atendernos a esas horas del domingo, cuando ya estarían agotados del esfuerzo del día.
Es un sitio precioso, espectacular. La comida estaba muy buena, la atención de Efrén y Quique fue espectacular. Fuimos con un bebé y nos dieron una trona y estuvieron muy atentos. Las vistas del sitio son una pasada. Estuvimos de sobre mesa hasta el atardecer que se ve perfectamente. Volveré segurísimo!
Tardo muchísimo el servicio, pero es normal ya que hay solo dos personas ( una en sala y otra en cocina) para un local enorme.
Tiene merito la camarera que a pesar de tener que sacar todo el servicio ella sola, tiene que aguantar que el cocinero este mas pendiente de hablarle mal a ella antes que hacer la comida. El cocinero pésimo compañero a ojos del cliente. Quitando eso , el trato por parte de la camarero fue maravilloso, y la comida buenisima. Desde el pan hasta lo último que comimos. Todo muy rico. Volveremos
Establecimiento con mucha historia, en un lugar sorprendente, con unas vistas espectaculares y con aparcamiento. Recomendable.
La atención ha sido impecable y muy rápida.
La comida en conjunto estaba bien, aunque la carne (vacío a la brasa) no respondió totalmente a las expectativas.
El restaurante está muy bien, curioso que se atraviese la montaña por una cueva y al fondo aparece la luz y las mesas de la terraza con unas vistas espectaculares tanto del Roque Nublo como del Pinar de Tamadaba. Con bastante amplitud ya que la terraza es amplia y su comedor muy acogedor. Un buen trato del personal y muy agradables. Comida muy buena. Lo recomiendo
Después de unos años he vuelto y no recomiendo para nada, los empleados,los pobres hacen lo que puede,comida deja mucho que desear, pedimos parrillada para dos la cual no podía hacer más pequeña ,yo diría que para una o media persona.
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