Increíble descubrimiento en un pueblo perdido en Asturias, a 20 minutos o así de llanes. Fuimos por recomendación de los padres de un amigo y madre mía, que comilona. Fuimos un grupo grande, nos sentamos en el hórreo que ha sido la mesa más guay del mundo en la que he estado. Fue toda una experiencia, la comida inigualable, el servicio espectacular. El entorno una maravilla. Repetiremos mil veces y recomendáremos otras mil
El entorno es muy agradable. A nosotros nos tocó en el interior y aunque es pequeño está decorado con gusto. Mezcla de rústico y elegancia.
La comida exquisita. Muy recomendable el menú. Contundente y con opción a repetir.
El servicio fue bueno. La única pega es que al final tardaban en traernos la cuenta y acabamos pagando en caja.
Sin duda 100% recomendable.
Sitio , comida y atención de 10! Menú fabuloso, dónde puedes repetir el plato que mas te guste.
Destacar la Fabada,los quesos y el cordero, en cuanto a postres, el arroz con leche es una delicia.
Ojalá no vivir a 1000 km para venir más. Enhorabuena a todo el equipo!!
Comida y atención bien. El sitio es bonito.
Tienen carta y menú diario por 24€ a elegir entre varios primeros, varios segundos, degustación de postres, café, pan y a parte la bebida. Todo platos típicos.
Las raciones son muy abundantes, y encima dejan repetir (aunque no lo veo para nada necesario). Mención especial a los tortos, buenísimos.
Nosotros nos desviamos bastante solo para ir a probarlo, no llegaría a tanto otra vez, pero si lo recomendaría si se está por la zona
Muy sorprendente el lugar. Restaurante tradicional con una propuesta muy atractiva ya que en el menú se pueden probar muchos platos por un precio fijo. Sin duda merece la pena desviarse hasta allí. Todo muy rico, pero la fabada imprescindible.
Volveremos seguro.
Mi nuevo restaurante favorito. Tiene un menú imbatible, la fabada es la mejor que he tomado en mi vida, los verdines exquisitos y la cebolla rellena muy recomendable. La carta de vinos muy bien también. El sitio es precioso, con varios lugares donde comer, y el servicio no puede ser más amable. Es un sitio en el que se disfruta de verdad. Además, admiten perro.
Mi único miedo al hacer este comentario positivo es que se llene y sea difícil conseguir mesa, pero será un éxito merecido.
Después de leer las reseñas llegaba con altas expectativas. El sitio está bastante bien, decoración rural, en un pueblo bastante entrañable, en general bien.
En cuanto a la comida, bastante correcta, quizás para verano un poco fuerte, pero la fabada muy rica. Los mini-tortos riquísimos. En cuanto a los verdines, ya no me gustaron tanto. En cuanto a los segundos, la cebolla rellena muy normalita y el cabrito bien, pero me esperaba mas. En cuanto a los postres, estaban más o menos bien, lo que más me gustó, la tarta de nuez.
La atención super buena, los camareros muy amables y los platos salieron bastante rápido. Una gran pena no saber que se podía pedir medio menú, hubiera agradecido saberlo.
En resumen, sitio recomendable si estás por la zona, lo que no se es si me desviaría mucho para comer aquí.
Comida excelente, sitio muy curioso ubicado en un pueblo muy pequeño. Atención de 10. Tienen un menú de 24 eur por persona excelente. Carta de vinos muy buena. La fabada y las verdinas, buenísimas. Sitio imprescindible para ir si estás por la zona.
Especial, así es este lugar, buena ubicación, buena comida y buen servicio.
He disfrutado mucho con algo tan simple como una tabla de quesos y una buena fabada.
Decir que con una ración de fabes comen 2 fácilmente.
El torto con huevo también muy rico.
Quizás los postres, le quitaría el sirope pero aún así muy ricos, buen servicio muy rápido y atento.
Con una sidra y una de agua grande, unos 25/30 cabeza.
Nos aconsejaron visitarlo. Tomamos el menú especial que ofrecen y merece la pena. Tanto las verdinas como la fabada estaban riquísimas. De segundo os aconsejo el cabrito. Muy original la sangría de sidra!
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