MARIA JESUS MARTINEZ ROS
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Bajando de Andorra decidimos buscar un sitio cerquita donde comer. Íbamos a ciegas y nos fiamos de la puntuación y los comentarios que leímos y os aseguro que acertamos. El local es muy acogedor, supongo que en invierno y con la chimenea encendida lo será mucho más. Pero a por lo importante, la comida es excepcional, éramos 8 personas y pedimos muchas cosas diferentes para ir probando. Todo estaba bueno, pero no dejéis de probar las croquetas, los caracoles y el tiramisú "INSUPERABLES". Por cierto, el servicio muy atento.
Ya hemos estado en otra ocasión y la verdad es que el trato es exquisito, la comida buenísima y el entorno naturaleza, no se puede pedir más. Recomiendo éste sitio 💯. Repetiremos seguro.
Personal muy amable. Comida excepcional. Las croquetas son insuperables. Escudella barrejada sensacional. El resto de carta: pies de cerdo, embutido, costillas... sin palabras. Los chupitos tras el postre, son el mejor final a una comida sensacional.
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Hemos vuelto a Cal Pintor y esta vez hemos pasado allí dos noches. La ubicación es fantástica así como el entorno... pero alojarse allí con la tranquilidad y el buen trato recibido, y la maestría de la persona que dirige la cocina, lo convierte en una experiencia muy recomendable. La lástima es que ya piensa en jubilarse, tras muchos años de profesión... el que no quiera perderse esta experiencia, tendrá que espabilarse. Una lástima y a la vez una alegría haber estado allí y poder convivir con los dueños. Amabilidad, profesionalidad, y atención al cliente por encima de todo. Gracias!!
Sitio escondido pero muy recomendable. La comida espectacular, el personal amable y atento, y las vistas idóneas para desconectar. Un gran descubrimiento!
Las vistas impresionantes,, la comida muy rica,, buenos embutidos, canalones riquísimos y una carne ufff genial y todo a un muy buen precio. La atención muy buena
Comida buenísima y muy buen trato, sin duda volveremos.
El arroz de montaña espectacular.
Un lugar bonito para comer bien, el arroz de montaña fabuloso y el tiramisú gigante, para repetir sin dudarlo
Simplemente impresionante, restaurante precioso con unas bonitas vistas ,la comida buenísima, recomiendo el arroz de montaña
Familiar, atentos y serviciales. Unas vistas privilegiadas y una tranquilidad reparadora. Se come muy bien.
Parada obligatoria. Es un restaurante muy acogedor. En invierno la chimenea está encendida y las vistas son espectaculares. Da igual lo que pidas de la carta porque todo está buenísimo. Hacen el mejor tiramisú que he probado en mi vida. Volveremos!
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