Espectacular tortilla, de 10, la mejor. Y tremenda textura interior de las croquetas, y su rebozado.
No probamos más, pero se puede decir que el personal, la chicha que nos atendió, un sol.
Muy bonito el entorno. Merece la pena acercarse.
La comida tradicional muy buena pero no tiene nada que envidiar a otros muchos restaurantes en Cantabria. Sitio sin pretensiones a excepción de las vistas que si te toca una mesa cercana a la ventana son muy bonitas. La terraza exterior sencilla, sin vistas. La decoración muy anticuada. La cocina de
Comida muy buena, pedimos el menú degustación de 72€. La bebida y el pan no está incluido.
Pedimos una tarta de queso fuera del menú muy buena por cierto, merece mucho la pena.
Un destino gastronómico ineludible para degustar el buen trabajo, los buenos productos y la buena mano de Ignacio Solana y su equipo, tanto en el restaurante como en la taberna. A esta última referiré mi última experiencia donde volví a encontrar sabores que dejan huella, desde su inmejorable tortil
Fabuloso. Estupenda relación calidad precio. Recomiendo el menú largo. Los platos son pequeños y salimos estupendos. La chica que nos atenció muy profesional y amable. Repetiremos seguro.
Acaba de entrar de forma fulminante en mi top este sitio!!
Podemos resumirlo como un gran sitio donde respetan la materia prima y huyen de mezclar sabores y salsas que no aportan o cubren el sabor de algo. Tiene una parte de restaurante es estrella Michelin, pero yo probé el bar. Se puede resumir
El restaurante esta ubicado al lado de la bien aparecida y de un mirador con unas vistas impresionantes. Dentro tiene cristaleras y se disfruta de la comida con el paisaje de fondo.
Pedimos el menu corto porque era cena y de cantidad es perfecto. Son trece platos que se componen de entrantes fríos
Espacio muy agradable el de su restaurante, con un servicio atento y profesional y unas preciosas vistas.
Respecto a la comida, un templo del producto. Comida deliciosa y ejecución de diez.
Profesionalidad y comida tradicional exquisita en un entorno precioso. Inmejorable calidad precio. Importante reservar. Imprescindible siesta después de comer.
Descubrir Solana es como visitar un museo en el que cada plato se convierte en un lienzo único. Pinceladas de colores que fusionan en boca, sorprendiendo en cada bocado. Una experiencia única y de calidad. Un placer disfrutar de las creaciones de Nacho.
Mi recomendación es probar el menú degustación
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