Nos gustó bastante, no habíamos probado nunca un marroquí y teníamos curiosidad. Para nosotros a excepción del cuscús los platos eran un poco pequeños. Destacamos el cuscús de pollo que estaba muy jugoso aunque un poco suave y el tajin de kefta. El camarero encantador.
Comida excelente muy bien elaborada, de sabor exquisito, buena presentación y de cantidad más que suficiente.
El servicio también ha sido muy bueno, el camarero es de muy buen trato e incluso nos han regalado unos pastelitos para llevar al terminar
Comida típica marroquí casera. Nos ha encantado la comida y la atención cercana y amable de su dueño. Hemos pedido un poco de todo para probarlo todo..Tagin, couscous, pinchitos, sefa, pastela de pollo, postres variados…etc. Nos ha gustado el bizcocho de limón, el pastel de manzana y cómo no, la baklava . El té con hiervabuwna, también buenísimo.
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