"Dichoso, afortunado o que trae buena suerte", eso dicen de Fausto. No sé si por venir a este local te tocará la Primitiva (prueba a comprar un boleto después de pasar por aquí y si te toca, comparte el premio con tu sensei gastronómico) pero por lo menos comerás bien. Tienen algo en extinción, de la vieja escuela, las tapicas que vienen con tu cervecita sin suplementos que valgan. Últimamente hay que rebuscar bien en Almería para encontrarlas. Las tapas que probamos estaban buenas. Además, pedimos un par de raciones que también estaban ricas. La única pega que le encuentro al sitio es que algunas medias raciones son caras en comparación con la ración completa. Por lo demás, te atienden bien y el nivel de precios está en consonancia con la actualidad. En definitiva "máquinas", probad que seguro que os gusta. Yo también tengo pendiente volver pero a desayunar porque, según he visto en la carta, parece que merece la pena.
Un rincón muy popular, como si fuera “el lugar de barrio”. Me lo recordó poder comer en la barra, una carta con nada de opciones vegetarianas y el bullicio de las grandes mesas grupales. La atención fue excelente, amable y ágil. Precios excesivos: un tinto de verano (con tapa de 4 rodajas de queso curado) me costó 3,5 euros. Está cerca de la estación de autobuses y tren de Almería, lo cual ayuda para las esperas. No volvería…
Comida buenísima. Y trato del personal genial, sobre todo el camarero rubio. Sin duda volveremos!!
An error has occurred! Please try again in a few minutes