Un viaje culinario espectacular, del one one sales saciado, disfrutado y contento, Bartolo te guía por sus recomendaciones y tú sólo tienes que dejarte llevar... Ojalá no se jubile nunca.
Genial la experiencia, súper recomendable si cheese cake
Que bien me lo he pasado en casa de Bartolo, ha sido una noche divertida con los amigos y el humor del propietario. La comida buenísima, las alcachofas, el confit, foie, la ensalada de bogavante, todo exquisito. Parece un restaurante del auténtico Paris en Alicante, además el tono afrancesado del de
Si no llega a ser por recomendaciones de conocidos, no sabía que existía este lugar que por lo visto es mítico en Alicante. Lleva muchísimos años abierto, es comida en la que la calidad del producto es excelente, la cocina es perfecta y no puedo poner ni una sola pega. Pienso en ese carne de ternera
Cocina sorprendente. Muy bien elaborado. El camarero muy atento y ameno
One one un restaurante para repetir las veces que sean necesarias, el lugar y la atención de sus empleados es ideal , así como el helado de pistacho y la conversación que puedas tener con Bartolo, ha sido una cena deliciosa con una atención inmejorable… muchas Gracias
Hace años visite este magnífico rincón de Bartolomé, restaurante One One. Varias veces cene allí y pase buenísimos ratos agradables y de risa con anfitrión. Los platos riquísimos no, lo siguiente. El ambiente sencillo , con mucha historia decoración, el trato del dueño natural, tal como es el. No sa
Sitio especial. Bartolo es el alma mater del local, un hombre peculiar, que anima el cotarro y da vidilla. Comida de cumpleaños inolvidable. Producto fantástico y atención estupenda. Volveremos pronto
Bartolo muy amable y todo espectacular de bueno .
Me parece un sitio extraordinario en todo voy desde hace más de 30 años, y como siempre fabuloso, a destacar su steck tartar, el pato y en general todo, Bartolo crack.
Desde hace ya unos años es mi restaurante favorito de Alicante. Tiene algo especial que solo puede explicarse si vas. No es un sitio típico. La comida espectacular: el entrecot para 2 brutal, el helado de pistacho una delicia, las alcachofas con foie... cualquier cosa está increíble. Bartolo y el eq
Bartolo es un anfitrion excepcional. Los platos los recits él con su natural gracia ya que la carta no es necesaria. Si eres cliente habitual , recuerda tus gustos por más que vayas un par de veces al año. Primeros, segundos y postres de categoría. No es como en casa, es mejor . Uno de esos sitios p
Pequeño Restaurante con comida selecta , atención personalizada y muy peculiar , no hay carta ni de comida ni de vinos , te dicen los platos y desconoces incluso el precio . El servicio es muy rápido y te atendie en todo momento el propietario . Al final en la nota pone el total, sin desglose de lo
Experiencia inesperada! Me he sentido como Frodo buscando el Monte del Destino! Excepto que la comida alcanza citas de calidad increibles! Merece la pena dejarse aconsejar por Bartolo. Sin duda repetiremos en breve.
Una experiencia fantástica. El dueño es muy amable. La atmósfera es como en casa.
Uno de los restaurantes más auténticos de Alicante. Además de que la comida está exquisita, y el trato es maravilloso, el lugar es como un pequeño museo y es realmente especial. Si te gusta la comida y el arte es una visita obligada en Alicante. Gracias!
Lugar acogedor y cena deliciosa para disfrutar de la compañía
Cenamos alcachofas al foie, brandada de bacalao, magret y confit de pato. Postre tarta de manzana y de chocolate.
Todo buenísimo , recomendable sin duda
Volvimos después de bastante tiempo y sigue siendo un siento muy recomendable para disfrutar de platos con una calidad magnífica. El único pero que había una mesa de 12 escandalosos tipos que en un lugar tan pequeño hacían muy difícil poder conversar tranquilamente. Una pena porque la comida que fue
One One, genio y figura
Un grupo de amigos nos juntamos para comer y decidimos en esta ocasión visitar el restaurante One One, un restaurante en el que todos habíamos estado, pero que por una razón u otra hacía mucho tiempo que no habíamos visitado.
Nos sentamos en la mesa y sin mediar más palabra
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