Estuvimos comiendo en familia domingo 12 noviembre y la verdad que me gustó bastante. El ambiente es muy acogedor, es un salón grande con una decoración austera de la época de 1900. La comida muy rica en general, tal vez los postres flojean tanto en cantidad como en sabor, nada del otro mundo. Pedimos zamburiñas, torreznos y croquetas. Principales cochinillo, secreto y bacalao. Postres los que veis en fotos. Precio 40 euros por persona. Incluyendo el menú infantil de mi hija. El trato es exquisito por los jóvenes camareros, la verdad que tratan de dar mejor en cada plato que traen. Si que nota si juventud pero vamos encantadores. Seguramente repetiremos.
Comida excelente, y un súper trato por Cesar Lázaro, quien nos atendió y nos explicó con detalle todo los platos. Ademas que le punto un súper gracioso en la cena. Muy recomendable.
Un lugar único con un encanto especial y acogedor. Situado justo enfrente del parador de Alcalá de Henares. Con solo pertenecer a la red de paradores su comida ya es exquisita. Su carta de vinos. La atención que recibes. El mimo con que cada plato está realizando que se deshace en el paladar, es un verdadero lujo cada vez que vuelvo porque es de los sitios que siempre quiero repetir y siempre salgo con la sensación de haber disfrutado sabores que no son los normales. Personalmente siendo igual al parador me gusta mucho más por el lugar en si, el claustro, el salón al no ser tan moderno me gusta mucho más pero es cuestión de gustos simplemente. Volveré siempre que pueda porque siempre merecerá la pena.
Un parador es un parador y la hostería a mi no me defraudó.
Empezamos por el local, muy ambientado en la zona y salones del siglo de oro. El personal es muy majo y atento.
La comida no defraudó, teníamos menú de paradores contratados y pudimos disfrutar de bastante carta, los primeros contundentes y muy ricos, los segundos con presencia.
Muy buena comida. Especialidad asados. Inmejorable atención por parte de los camareros. La ración de pan son 2,30 euros. La calidad de la comida es insuperable. Raciones generosas. Pedimos berenjena frita co miel, cochinillo asado y de postre tarta de queso. Todo muy bueno. Siempre reservar. Como nota negativa pondría que no supieron decirnos los ingredientes de la tarta de queso del Parador de Hondarribia.
Un lugar acogedor en el casco histórico de Alcalá de Henares, comida tradicional y mezcla de otros paradores. El trato del personal es bueno,estando atentos y sirviéndote lo que necesitas sin esperas. Buena carta de vinos.
Maria Eugenia Ruiz Chaguaceda
+5
Me encantó el lugar ambientado en la epoca. La comida muy bien elaborada y presentada. Muy buena atención por parte de las personas del servicio, especialmente el trato amable y cercano de Esther.
Solo se comprende lo que podría ser una experiencia gastronómica completa al acudir a este maravilloso lugar donde debes dejarte llevar por el encanto natural de su edificación y el peso de su historia para rematar con una explosión de sabores en cada plato que te dejará mas que satisfecho. Las suaves y delicadas salsas de acompañamiento, los mimos a la materia prima sin experimentos raros , la cuidada presentación y el esmerado servicio rematan una estupenda sensación . Su cochinillo de los mejores que he probado, solo ha que ver la foto que le cacé antes de hincarle el diente
Excelente cocina, género de alta calidad muy bien elaborado. Platos de distintas regiones españolas dentro de una carta no demasiado amplia pero muy cuidada en la oferta. Ambiente único, confortable, cuidado y elegante dentro de la sobriedad del estilo castellano. Servicio profesional, muy amable. En mi opinión, el mejor sitio de Alcalá para disfrutar de una cocina auténtica
Todo muy rico ,bastante abundante de cantidad ,se come muy bien el servicio es muy bueno muy amables y atentos, también sirven sin mucho tiempo de espera .Quedamos muy contentos.
Un sitio muy bonito. El servicio muy atento y amable, y la comida excepcional. Volveremos
Lugar muy bonito y acogedor. El personal de 10. La comida exquisita. El arroz meloso nos ha encantado. Precio acorde a la calidad. Volveremos
La comida rica, el servicio muy bueno, personal muy amable y servicial. El ambiente muy tranquilo, no es un comedor muy grande y se está agusto, se puede hablar y charlar muy bien.
Buena atención y platos ricos y generosos.
Un restaurante que destaca por sus magníficas vistas al famoso Triángulo o Patio Trilingüe de la Universidad, llamado así porque allí impartían las clases en latín, griego y hebreo. Cocina autóctona de calidad y regional elaborada.
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