Como comer en casa de la abuela. Un salón pequeño y muy acogedor, comida muy rica (aprecien las fotos) y servicio inmejorable. Son muy amables.
Pedimos menú del día (27€)
Y también un extra de patatas fritas porque quisimos más.
Esther, la dueña, vino a saludarnos y aún estando con un esguince, ahí
Magnifico. El sitio, una casa junto a la iglesia, habilitada como casa de comidas es muy bonito y acogedor. No es un restaurante, no es un bar, es un sitio para ir a COMER , El servicio es impecable, la comida excelente y se resume en: buen producto bien elaborado. Son duda un lugar totalmente recom
Espectacular cocina, exquisitos platos de variadas setas de temporada, delicioso solomillo de jabalí extraordinarios postres caseros, torrija y la excelente tarta de pera. El trato, tanto de la propietaria como las camareras es excelente. Una pena no har conocido antes este único lugar, por supues
Un sitio perfecto para comer/ cenar, tranquilo y de una calidad increíble. Muy recomendable tanto para parejas como grupos grandes. Os animo a dejaros asesorar por Esther, la dueña, que tiene el producto de temporada. Mis favoritos el jabalí con puré de manzana y la tarta de Pera 😍
Fuimos a comer el sabado, comimos cocido hecho en horno, muy bueno y abundante, la sopa nos la pusieron en el puchero de barro en conjunto, para 4 que eramos, nos servimos dos veces cada uno y aun asi sobro, la bandeja de garbanzos y carne, es la de la foto individual por persona. De postre tarta de
Lugar encantador con un servicio atento, cercano y eficiente. Cenamos el menú y nos supo muy rico, volveremos a probar más.
Espectacular sitio y espectacular calidad de la comida... un sitio muy agradable. Sin duda alguna recomendable al 100%
Precioso y pequeño restaurante. Bonita terraza. Deliciosa comida, increíbles sus setas y la ensalada templada de vieras. Imprescindible su gazpacho con helado de pepino …. En fin para ir más de 1 vez
Cocina tradicional de temporada, en un ambiente familiar.
Hacía más de 25 años que no comía en El Faisán, en este tiempo han superado con creces el ya muy buen recuerdo que tenía de sus platos, cada plato que llegaba a la mesa era una melodiosa nota que formaba parte de una espectacular sinfonía de
Espectacular, platos genialmente elaborados y atención exquisita. Hay que dejarse aconsejar por los platos de temporada. El lugar es muy particular, es una casa convertida en restaurante. Muy muy recomendable. Gracias Esther.
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