De cómo resolver un problema y dejar al cliente contento. Después de una semana complicada en el trabajo, fuimos a visitar Proa para encargar unas pinturas. Ajetreo nos pilló al lado del parking. El primer punto a su favor es que nos aceptaron a pesar de ser tarde 15:40 (muchas cocinas cierran a las 16h y a veces ya no dan comandas tan tarde). Nos limpiaron la mesa y enseguida nos sirvieron. La ensaladilla estaba muy rica (con bastante atún y NO bañada en mahonesa, como en algunos sitios. Sino bien ligada). Las croquetas al curry, también muy ricas. El problema vino con el segundo: así como el pescado estaba muy rico, me tocó un pavo en salsa que era 90% hueso y el arroz, no es que estuviese poco hecho, sino crudo directamente). No dijimos nada, por lo que hemos comentado antes, más “rollos” después de una semana complicada. Pensé en no volver y listo. Cuál fue mi sorpresa que tras llevar los segundos a la cocina, volvió el camarero a pedirme disculpas porque se habían dado cuenta que efectivamente, todo era hueso. Le comenté también lo del arroz crudo. Pasamos a los postres: tarta de queso deliciosa. Cafés. Sin más comentarios por nuestra parte y por iniciativa suya, nos cobraron 1 menú y medio menú, por el fallo de mi segundo. Conclusión: pasaron de terminar de rematar una semana infernal a creer de nuevo en la humanidad. Así que sí, volveremos. 😊😊 NOTA: camareros de 10. Ágiles, educados y muy atentos.

Hemos comido menú del día. Local con buen ambiente. Cuando preguntamos si tenían sitio (llegamos temprano) nos indicaron que ya tenían todo reservado, aunque pudimos sentarnos en una mesa si la dejábamos libre ante de las 15:00 (no hubo problema pq llegamos pronto y nos sirvieron rápido). Pedimos menú del día con primero de arroz 3 delicias y segundo pechuga napolitana con verduras y jamón asado con patatas. De postre puding y café. Pedimos a mayores tapa de ensaladilla. El menú bien pero nada especial. La ensaladilla rica. Personal atento. El local dispone de terraza cubierta y zona interior.